AFAN DE SUPERACION
Para dominar cualquier actividad, por banal que sea, se requiere práctica; para ser lo mejor que podemos ser y superar nuestra vulgaridad endémica, hemos de perseverar con ahínco. Y en esto consiste el afán de superación. No se trata de superar a éste, a ése o a aquél, sino en intentar superarse a uno mismo. Tener la suficiente humildad para reconocer que somos unos seres imperfectos que nos equivocamos a menudo, por omisión o por comisión, y que la grandeza de una persona no radica en acertar siempre, sino en rectificar inmediatamente cuando se yerra. Rectificar para construir un mundo más libre, justo y generoso. Eso es el éxito. El éxito de que, en el futuro de nuestro futuro, la mera mención de nuestro nombre inspire recuerdos dignos de ser recordados en la memoria de las personas que tuvieron el privilegio de conocernos y gozar de nuestro amor. El amor. Al final, como al principio, se erige en lo esencial de la vida. ¿Consistirá en eso la eternidad?
Dick y Rick Hoyt son un equipo padre-hijo de Massachusetts quienes juntos han competido continuamente en maratones. Y si no están en una maratón, están en una triatlón - esa combinación casi sobrehumana de 26.2 millas de carrera a pie, 112 millas de recorrido en bicicleta y 2.4 millas de nado.
Juntos han escalado montañas, y un vez caminaron 3,735 millas (6,010.88 km) cruzando los Estados Unidos.
Es un gran record de esfuerzo, aún más si consideramos que Rick no puede caminar ni hablar. Durante los últimos 20 años, Dick, de 65 años, ha empujado y jalado a su hijo por todo el pais, pasando sobre cientas líneas de meta.
Cuando Dick corre, Rick esta en una silla de ruedas que Dick va empujando.
Cuando Dick va en bicicleta, Rick están en un asiento especial sujeto al frente de la misma. Cuando Dick nada, Rick esta en una pequeña pero pesada balsa, estabilizada firmemente, que es jalada por Dick.
Cuando nació Rick, en 1962, el cordón umbilical se enrolló alrededor de su cuello y cortó el flojo de oxígeno a su cerebro. A Dick y a su esposa, Judy, se les dijo que no había esperanza de que su hijo se desarrollara.
“Ha sido una historia de esfuerzo desde que nació”, me dijo Dick. “Caundo tenía 8 meses, los doctores nos dijeron que deberíamos sacrificarlo, que estaría en estado vegetal toda su vida, ese tipo de cosas. Bueno, esos doctores ya no están vivos ahora, me gustaría que pudieran ver a Rick ahora”.
Rick contesta diciendo: “Mi padre es mi modelo a seguir. Una vez que se decide a hacer algo, hace lo posible por lograrlo, no importa que sea. Por ejemplo, cuando decidimos participar en un triatlón, papá entrenó, hasta 5 horas al día, 5 veces a la semana, incluso cuando estaba trabajando”.
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